Intersecciones

Los siguientes protagonistas de «Nosotros, criaturas abisales» son dos. Por una parte tenemos a Alma, que trabaja en una radio como ayudante en un programa nocturno de testimonios. Su vida gira en torno a Luiso, una persona que no la valora y que la trata como si fuera un pasatiempo, pero del que está completamente enamorada. Por otro lado está Fer, que se gana la vida en un canal de videncia y relaciones interpersonales llevando el chat y animando a la gente a interactuar entre ellos. La única motivación de su vida es Sofía que, de vez en cuando, entra al chat dejando una estela dorada a su paso inundando de felicidad sus días. Ambos viven ajenos el uno del otro, pero la vida está llena de casualidades, de carreteras por descubrir y de intersecciones con las que chocarse.

Aquí tenéis un cachito de «Intersecciones», otro de los relatos pertenecientes a mi primer libro «Nosotros, criaturas abisales«:

«Lo peor de mi relación con Luiso es que él sabe perfectamente que me tiene ahí para cuando quiera. Se lo he demostrado en todas y cada una de nuestras peleas. Pasados dos días —a veces hasta menos— le vuelvo a llamar y le pido que me perdone porque, en el fondo, siento que la culpa es mía.

Mis amigas me recriminan el hecho de tener tan poca dignidad y ser tan arrastrada. Lo que ellas no saben es que con Luiso vuelo, así que considero que las que se arrastran son ellas, que en su vida han despegado los pies de la tierra ni una sola vez. La soledad es como una rueda de molino: hace picadillo los granos de nuestros sueños convirtiéndolos en harina. Por eso yo intento volar, para que no me pille cerca y me los haga añicos. Mis amigas también se escandalizan cuando les digo que me he acostado con un tío por despecho y luego me he ido a casa. «¿Pero ni siquiera te quedas a dormir con él?», me preguntan ignorantes. Aún no saben que dormir con alguien es más íntimo que follar. «Prefiero que se metan dentro de mí que no que se metan dentro de mis sueños y escarben en ellos», les digo frente a sus severas miradas de reprobación».

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑